Desde hace meses, quienes hemos seguido el desarrollo del ‘juicio del año’ habíamos estado esperando el 6 de diciembre. Ese día, según suponíamos, íbamos a saber si Samsung lograba anular el juicio
tras el aparente conflicto de intereses del presidente del jurado, si
la multa subía –podía incluso triplicarse–, bajaba o se quedaba igual,
si la jueza ordenaba la prohibición de venta de algunos teléfonos Galaxy y si el acuerdo entre Apple y HTC iba a ser revelado, al menos parcialmente, a Samsung.
Pero no pasó nada de esto. La noticia es que no hubo noticia.
En la Corte de Apelaciones de Distrito Norte de California, los
representantes de Apple y Samsung y los miembros de la prensa se
volvieron a ver las caras con la jueza Lucy Koh. Al final, el anuncio
fue que las decisiones se tomarían después.
Lo más destacado no fueron los argumentos esgrimidos por las partes, que ya habían sido anunciados hace días. Samsung intentó probar que el presidente del jurado estaba sesgado en su contra
tras un problema legal que tuvo hace 15 años con una empresa aliada de
la firma coreana. Si logra convencer a la jueza del argumento, logrará
que el veredicto en su contra sea revocado.
Apple, por su parte, enfiló sus argumentos buscando que la
jueza aumente la multa y prohíba la venta en Estados Unidos de algunos
productos de la surcoreana. Samsung respondió señalando varias
sutilezas del cálculo de la penalidad por parte del jurado, que
disminuirían la suma y salvarían a algunos de sus productos de la
restricción de venta.
Lo que sí llamó la atención de la prensa y del público fue una
afirmación de la jueza Koh, hecha casi al final de la sesión.
Aparentemente exasperada por el caso, les preguntó a los abogados de las dos empresas si el pleito tenía sentido. “¿Cuándo se va a resolver este caso? No es una broma, hablo en serio“, dijo.
Koh replicó: “No quiero ordenar más reuniones porque eso no ha funcionado hasta ahora, pero, ¿hay algo más que pueda hacerse? Lo he dicho varias veces, es tiempo de que haya paz mundial“.
Ninguna de las partes respondió directamente, y ambas prefirieron
culpar a la contraparte de que el caso haya llegado hasta este punto.
Mientras Apple insistió en que “nunca ha habido un caso en el que hubiera evidencia tan fuerte de que […] un producto específico fue copiado“,
Samsung dijo que siempre ha estado dispuesta a negociar, y afirmó que
Apple esperaba competir en las cortes y no en el mercado. “La pelota está en el lado de ellos“, dijo el abogado de la surcoreana.
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