Corría el año 2010, y WikiLeaks era considerado enemigo
público por parte de Estados Unidos, luego de filtrar cientos de cables
diplomáticos. Ante esta situación, las empresas estadounidenses
comenzaron a suspenderle sus servicios: Amazon no le permitió usar sus servidores, le quitaron su nombre de dominio, y empresas como PayPal, Visa y MasterCard suspendieron las transacciones de dinero hacia WikiLeaks, cortando la manera en que recibían donaciones.
Anonymous se indignó, y lanzó una campaña de ataques distribuidos de
denegación de servicio, dejando fuera de operación las webs de las tres
empresas durante varias horas e interrumpiendo las transacciones que se
realizan habitualmente desde ellas. Hoy, cuatro personas fueron
condenadas por estos ataques.
Christopher Weatherhead (22), Jake Birchall (18), Ashley Rhodes (28) y
Peter Gibson (24) fueron considerados culpables por una corte criminal
en Londres por conspirar para perjudicar la operación de computadores al participar en la “Operation:Payback”.
Mientras el primero negó los cargos y afirmó que era inocente – aunque
la corte no opinó lo mismo – los otros tres se declararon culpables.
Originalmente, Operation:Payback estaba dirigida a la industria
musical por su postura y acciones contra la piratería, pero cambió su
objetivo después de lo ocurrido con WikiLeaks. Según la corte, los
ataques habrían costado a las empresas USD$5,6 millones en contratación
de nuevo personal, software y pérdidas de ventas. Las sentencias que
recibirán los jóvenes aún no han sido especificadas.
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