USB forma parte de nuestras vidas, siendo un elemento que encontramos en prácticamente todos nuestros gadgets. A falta de que la conectividad inalámbrica termine de implantarse, algo que no parece vaya a ocurrir a corto plazo, USB continuará creciendo y evolucionando.
Su próximo hito está cerca de llegar al mercado. USB 3.1 será la próxima versión que veamos en el mercado, y sobre ella se conocen ya muchos datos. La primera versión final del borrador se liberó en 2013, y si bien aún no se han lanzado los productos compatibles sí hay algunos que se han dejado ver. ¿Qué nos ofrecerá USB 3.1? Vamos a verlo a continuación.
USB 3.1: ante todo, retrocompatible
Echándole un vistazo a la especificación publicada en la web, rápidamente veremos que el USB-IF(USB Implementers' Forum, el consorcio de compañías encargadas de elaborar los diferentes estándares y que está formado por HP, Intel, Microsoft y Texas Instruments, entre otras) recalca la vital importancia de mantener la retrocompatibilidad con anteriores versiones.
Afirman que son muchos los equipos y dispositivos que siguen trabajando con USB 2.0, que a pesar de su relativo reducido ancho de banda continúa siendo una versión más que habitual en el mercado actual. Hablamos tanto del lado del ordenador como del de los periféricos y accesorios.
Así pues, USB 3.1 mantendrá esa retrocompatibilidad con USB 2.0, abarcando un periodo de unos 15 años (USB 2.0 fue presentado en el año 2000) y, según narran en el documento oficial, con ningún tanto a nivel físico y con pocos - o en algunos casos también ningún - cambio a nivel de software (controladores, cambios en el sistema operativo).
Esta retrocompatibilidad no sólo se da a nivel de usuario. Desde el punto de vista técnico, USB 3.1 se sustenta sobre las bases de USB 3.0 que, a su vez, utiliza los conceptos clave que la USB-IFestandarizó en USB 2.0. En otras palabras, la arquitectura sobre la que se ha construido USB 3.1 es la misma sobre la que se ideó la ya antigua USB 2.0.
Buscando mejorar: más ancho de banda, mejor gestión de energía
Cuando se presenta una nueva versión - en este caso, una sub-versión - es porque hay algunos aspectos propensos a mejorar. En el caso de USB 3.1 hay dos factores clave.
En primer lugar, el ancho de banda. Tras la salida al mercado de Thunderbolt en 2011, USB se quedó muy atrás a pesar de mejorar muy notablemente el ancho de banda en la versión 3.0 que ofrece 5 Gb/s teóricos (640 MB/s), unos 4 Gb/s prácticos (aproximadamente 500 MB/s). Thunderbolt empezó en 10 Gbps en cada sentido, luego se duplicó con Falcon Ridge hasta 20 Gbps y prometen continuar mejorándolo en cada generación, cada dos o tres años. Y por supuesto, no todo es ancho de banda: Thunderbolt permite transferir tanto vídeo como datos (DisplayPort + PCIe), pueden encadenarse dispositivos y las expectativas de evolución son continuas. Su futuro será muy próspero, con múltiples caminos a seguir para continuar la mejora durante los próximos años.
Si nos fijamos en el ancho de banda, USB 3.1 igualará los 10 Gbps con los que empezó Thunderbolt... hace ya unos años, ya que en la actualidad es significativamente más rápido. Hablamos desde el punto de vista teórico, claro, ya que en un uso real hay muy pocos dispositivos capaces de utilizar semejante ancho de banda. Para la inmensa mayoría de periféricos tanto USB 3.X como Thunderbolt, en cualquiera de sus evoluciones, ofrecen capacidades de transferencia muy superiores a lo que los propios dispositivos son capaces de aportar.
Junto con las capacidades como transmisor de información, USB 3.1 también traerá notables cambios en lo relacionado con la gestión de energía. Aquí hay que diferenciar dos vertientes.
Por un lado, USB 3.1 requerirá menos energía para su funcionamiento que su predecesor, si bien no hay muchos datos concretos sobre esto. La especificación afirma que reducen la potencia requerida de funcionamiento tanto en proceso de transmisión de datos como en espera:
Por otro lado, y quizá mucho más interesante para los usuarios, USB 3.1 añadirá mayor potencia para cargar periféricos o dispositivos externos. Al funcionamiento a 900 mA./5 V. se añaden varios estados, donde el más potente es 5 A./20 V. que podrá proporcionar hasta 100 vatios de potencia. Esto plantea una serie de problemáticas, principalmente relacionadas con el calor y los requisitos a nivel de cable (no todos los cables USB actuales pueden transportar una intensidad de 5 amperios), pero supone una muy importante mejora respecto de los 4,5 vatios del actual USB 3.0 con la que empieza a plantearse la posibilidad de cargar portátiles o monitores a través de USB.
Un nuevo conector reversible
Por último, en USB 3.1 también nos encontraremos con una novedad menos técnica pero que seguro será de las mejor recibidas por el público. Un nuevo conector denominado Type-C que será reversible.
Uno de los grandes problemas - más de usabilidad que otra cosa - que ha arrastrado USB a lo largo de su historia es la cierta dificultad a la hora de conectarlo: sólo puede hacerse de una determinada forma. Type-C solucionará este aspecto y podrá conectarse tanto por un lado como por otro. Una solución similar a la propuesta por Apple y su conector Lightning, pero con la tecnología de USB detrás.
Las noticias negativas las encontraremos en que Type-C no se encuentra dentro de la especificación de USB 3.1, donde sólo se menciona la existencia de los más habituales Type-A (el normal) y Type-B (el que utilizan muchas impresoras). El futuro es unificar todos los conectores en uno único, y es por esto por lo que Type-C tiene todo el sentido. Algo tarde quizá tras casi veinte años de vida de USB, pero siempre es mejor tarde que nunca.
Teniendo en cuenta que en la especificación no se menciona, lo más probable es que Type-C tarde bastante tiempo en llegar al mercado. Fue hace dos meses cuando lo conocimos, y no parece que vaya a ser una de las novedades que veremos cuando USB 3.1 empiece a llegar al mercado.
USB 3.1, ¿para cuándo?
Precisamente la fecha de lanzamiento de USB 3.1 es aún desconocida, aunque se empieza a especular con su llegada a finales de 2014 o ya en 2015. En la reciente Computex 2014 se mostraron algunos prototipos de la tecnología funcionando sobre una placa con chipset Z97 y un controlador ASMedia externo, si bien el próximo chipset Intel X99 podría ser el primero en incluir soporte nativo para USB 3.1.
Como siempre, la implementación de una renovación de un estándar tan generalizado como USB es muy lenta. Pasarán varios años para que el uso de USB 3.1 sea superior al de USB 3.0, y si hablamos del esperado Type-C los plazos serán todavía mucho mayores.
Lo que es seguro es que en los próximos doce meses veremos mucho movimiento. Muchas novedades y nuevos productos USB 3.1, como siempre inicialmente caros y que poco a poco irán bajando su precio a medida que pase el tiempo. Lo que está claro es que USB 3.1 será el siguiente gran estándar de conectividad cableada que tendremos en nuestros hogares.
Más información: USB-IF
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