El otro día contábamos un rumor que decía que NVIDIA podría soportar FreeSync de AMD (es decir, Adaptive Sync de VESA), pero parece ser que esto finalmente no va a ser así. Primero porque aunque las recientemente lazadas GeForce GTX 980 y GTX 970 cuentan con salida de vídeo DisplayPort, ésta es 1.2 y no 1.2a que es la necesaria para Adaptive Sync. Segundo, por las declaraciones de la compañía cuando se les ha preguntado, respondiendo que prefieren centrar sus esfuerzos en G-Sync.
Está claro que “la pela es la pela”. Tanto Adaptive Sync de VESA como G-Sync de NVIDIA permiten a la tarjeta gráfica manejar y controlar la tasa de refresco del monitor, haciendo que la visualización en juegos se vea más fluida y eliminando los odiosos efectos “Tearing” y “Stuttering”. La diferencia radica en que el estándar de VESA es abierto y cualquiera lo puede adoptar sin tener que pagar licencias, y por contra G-Sync es exclusivo de NVIDIA y, además de requerir un hardware adicional en el monitor, quien quiera implementarlo en sus productos tiene que pagar licencias a NVIDIA.
Cuando el medio chino Expreview preguntó a NVIDIA si sus tarjetas gráficas llegarían a soportar Adaptive Sync con el estándar DisplayPort 1.2a, la compañía mencionó que prefieren enfocar sus esfuerzos en G-Sync, cuyos primeros monitores con la tecnología integrada, deben llegar este mes. Prueba de ello es que, como comentamos al principio, las tarjetas gráficas de la nueva generación de NVIDIA no incorporan DisplayPort 1.2a, el necesario para Adaptive Sync, sino DisplayPort 1.2, la versión anterior del conector.
Curiosamente, las GTX 980 y GTX 970 cuentan con HDMI 2.0. Parece ser que a NVIDIA le cuesta bastante adaptarse a los nuevos estándares.
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