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sábado, 18 de julio de 2015

Los procesadores de 10 nm “Cannonlake” se retrasan nuevamente para mediados del 2017

Intel finalmente retrasa su serie de procesadores con proceso de fabricación de 10 nm “Cannonlake” para mediados del 2017, en vez de principios del 2016 como estaba previsto. En cambio en dicho año Intel lanzará su séptima generación de procesadores Core “Kabylake” de 14 nm pero habrá mejoras a nivel de microarquitectura, debería ser compatible con las placas LGA-1151 y chipsets Intel 100 series para Skylake, vendría también en configuraciones dual y quad-core, soporte para memorias DDR4 en doble canal, GPU de nueva generación con hasta 256 MB de memoria cache integrada al chip, se sabe que estaría disponible en un amplio número de segmentos, (ediciones móviles, escritorio y otros), con desarrollos de 4,5 vatios de TDP para portátiles, hasta chips de 80 vatios para pequeños servidores y estaciones de trabajo de doble socket. Intel mantendría la denominación comercial de los procesadores Kaby Lake, con modelos Atom, Pentium, Celeron, Core y Xeon, Así que en cierta medida tendremos dos "tocks" consecutivos que demuestran lo complejo de mantenerse alineados con una ley de Moore que se ha cumplido durante las últimas cuatro décadas, por lo cual el modelo de fabricación “Tick-Tock” ha tenido un detenimiento. Recordemos que la ley de Moore expresa que aproximadamente cada dos años se duplica el número de transistores en un circuito integrado, y la capacidad de materiales como el silicio es limitada. Avanzar en procesos de fabricación es esencial y como vemos esta ley cada vez es más difícil cumplirla.

Tick. Tock. Tick. Tock. Tick. Tock. ¿Tock? adoptados desde 2006-2007, El inexorable ciclo de actualizaciones de los microprocesadores de Intel se basa en dos tipos de cambios: -ticks- representa una miniaturización del proceso de manufactura anterior, los que logran mejorar la escala de integración, y los -tocks- que introducen cambios a nivel de microarquitectura . Así lo ha hecho Intel desde el 2006-2007 con los míticos “Conroe” (65nm), los primeros chip basados en la micro-arquitectura Intel Core que representó un “tock” respecto a la arquitectura Netburst (P4 y anteriores) y de paso determinó el posicionamiento definitivo de Intel a la vanguardia de rendimiento (la cual había perdido en manos de AMD con sus Athlon 64). Posteriormente a Conroe llego “Penryn” (tick) reduciendo el proceso de manufactura a 45nm, luego Nehalem (tock) con una nueva micro arquitectura del mismo nombre; siguió con Westmere (tick) y Sandy Bridge (tock) a 32nm; Ivy Bridge (Tick) y Haswell (Tock) a 22nm.

Los actuales Broadwell son los primeros en hacer uso de la litografía de 14 nm, todo un "tickazo" que no obstante parece que tardará más de la cuenta en verse repetido.

Los motivos los ha explicado el CEO de Intel, Brian Krzanich, en una conferencia con desarrolladores y no son otros que las dificultades para saltar a esta tecnología de fabricación, que necesita nuevas máquinas que puedan trabajar las obleas en un grado de  miniaturización asombroso.

Para el salto a los chips de 10 nm serán necesarias nuevas máquinas, nuevos transitores Tri-Gate y nuevas tecnologías en litografía con técnicas como la litografía ultravioleta extrema (EUV) en la que se confía para resolver el problema, o quién sabe si incluso lo que ya habíamos comentado, como no tiene competencia en el mercado, por lo que no tiene prisa y lo más lógico es que quiera rentabilizar los nuevos procesadores a 14nm el máximo tiempo posible.

Por lo pronto estaremos atentos al lanzamiento de los nuevos CPUs “Skylake”  de 14 nm próximos a presentarse.


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