Aunque parezca mentira, PCI-Express 3.0 ya lleva entre nosotros desde 2011, cuando fabricantes como Asrock o MSI nos presentaban las primeras placas bases con esta interfaz. 3 años después y sin apenas haber aprovechado todo el ancho de banda que ofrece, ya se han fijado las fechas de lanzamiento para su sucesora, la versión 4.0. Esto no deja de ser sorprendente teniendo en cuenta que AMD apenas ha implementado esta tecnología en sus placas.
De todas formas el ámbito tecnológico continúa su inexorable evolución y si a esto le unimos las necesidades de los usuarios, el organismo que vela por la evolución de esta conexión (PCI Special Interest Group) ha prometido que a mediados del presente año presentará los borradores que marcarán las especificaciones de esta interfaz.
Los datos que se manejan indican que esta evolución será similar a la ya experimentada con el salto de la primera a la segunda versión de PCI-Express. Esto supone doblar el ancho de banda, pasando de los 8GT/s a los 16GT/s y al igual que en versiones anteriores, aseguran la retrocompatiblidad con las interfaces 3.0, 2.0 y 1.0. Las primeras noticias apuntan que esta interfaz pretende conseguir “incrementar el ancho de banda con un bajo coste”.
En la imagen de arriba se puede ver una interesante tabla comparativa de las cuatro últimas generaciones de PCI-Express, donde podemos ver que generación tras generación se ha ido doblando el rendimiento en prácticamente todos los casos. Por cierto, no se asusten por lo que pone en la imagen de que se reduce el número de pines, esto no afectará a la compatibilidad ya que mecánicamente serán iguales a la anterior generación.
Ah, y aunque se espera que para el primer trimestre de 2015 ya esté completa esta especificación, es complicado que podamos ver tarjetas gráficas y demás dispositivos PCI-Express 4.0 hasta por lo menos finales del año que viene, puede que incluso un poco más tarde. La tecnología no espera a nadie, pero de momento no es tan rápida como nuestros deseos.
De todas formas, sólo se trata de un avance ya que no se espera su lanzamiento hasta el Q1 del próximo año, coincidiendo entonces con Broadwell K. Con esta interfaz veremos la llegada de todo tipo de dispositivos que irán desde discos SSD con conexión PCIe, pasando por procesadores y por supuesto, tarjetas gráficas. Esperamos que Intel y especialmente, AMD incorporen esta nueva evolución a sus productos y que, además, no lo hagan a un coste elevado.
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